A menudo, muchos no creyentes o ateos preguntan: "¿Quién creó a Dios?". Generalmente dicen: "Si él es nuestro creador, entonces algo o alguien debe haberlo creado a él en primer lugar".

 

Para comenzar, debemos reconocer que este razonamiento puede usarse contra los no creyentes o ateos de la misma manera. Nosotros también podemos preguntarles "Si crees que el universo te creó, ¿quién creó a tu creador (el universo)?" Pueden responder diciendo que el multiverso creó el universo. Sin embargo, esto solo alargará el dilema pues se puede seguir preguntando "Entonces, ¿qué o quién creó el multiverso?". En vista de esto, vemos que este cuestionamiento sobre quién o qué creó qué en primer luga, podría continuar infinitamente. Esto es lógicamente incoherente, y tanto teístas como ateos lo están en acorde.

 

Este argumento, sin embargo, se basa en la premisa errónea de que creemos en un dios creado. Sin embargo, el Dios de la Biblia nunca se presenta como tal ser. Dios nunca fue creado; Siempre lo ha sido (Isaías 40:28, Salmo 90: 2, Hebreos 1: 8, Deuteronomio 33:27, etc.). Dios, como creador del universo, está fuera del reino y las propiedades que lo gobiernan. Por lo tanto, no está sujeto al espacio y al tiempo. En otras palabras, Dios es atemporal (eterno) y no esta restringido por el espacio (omnipresente), y es poderoso para crear el universo y todo lo que existe. Él es la primera causa y es lo que en filosofía se etiqueta como un ser necesario. Por lo tanto, es imposible para El no existir.

 

Algunos matemáticos han postulado que los objetos abstractos como los números, por ejemplo, existen necesariamente. No son cosas contingentes sino necesarias. Sin embargo, sabemos que los números, así como cualquier otro objeto abstracto en sí mismos, no crean nada. El número 32, por ejemplo, no crea nada ni tiene el poder para hacerlo. Por otro lado, Dios, como ser personal, es todo poderoso, no limitado por espacio, eterno, moralmente perfecto y puede crear un universo a partir de la nada.

 

Por lo tanto, cuando alguien le pregunta quién creó a Dios, puede responder diciéndole que no cree en un dios creado. Crees en el Dios de la Biblia que es no creado, omnisciente, omnipresente, eterno, moralmente perfecto y todopoderoso.

 

Nota: Para una comprensión más profunda sobre este tema, consulte el argumento de contingencia. Es un gran argumento que explica con mayor profundidad cómo todo lo que existe tiene una explicación de su existencia, ya sea por la necesidad de su propia naturaleza (Dios) o por una causa externa (contingente).