La continuidad de los dones del Espíritu Santo es un tema que en algunas denominaciones del cuerpo de Cristo causa confusión e incluso debate. Hoy en día, el cuerpo de Cristo, en cuanto a los dones del Espíritu se refiere, se divide en dos grupos; (1) los continuistas y (2) los cesacionistas.

 

Los cesacionistas defienden que los dones del Espíritu cesaron al final de la era apostólica. Los continuistas, por su parte, defienden que los dones del Espíritu siguen presentes hasta el día de hoy.

 

Nosotros, como siempre, vamos a someter todo bajo el escrutinio bíblico, puesto que nuestro ministerio no está sujeto a ninguna denominación en particular, no tenemos ninguna presión externa a la hora de evaluar un tema doctrinal en particular.

 

Por lo tanto, vamos a ver qué es lo que dice la biblia sobre la continuidad, o no, de los dones espirituales, como siempre, lo haremos de una forma concisa para que sea más rápido de leer, esto no significa que no hayamos estudiado con denuedo y detenimiento, todo el tipo de argumentos y objeciones de cada corriente de opinión. Por supuesto, estamos dispuestos a responder a todas las preguntas que se tengan al respecto.

 

El principio de “Sola Scriptura”

 

Los que conocen un poco de teología, han escuchado este término en algunas ocasiones, se trata de uno de los principios de la reforma, cuando la iglesia protestante surgió y se separó de la católica.

 

Este término quiere indicar que la biblia es la única fuente infalible de autoridad para la fe y la práctica cristiana.

 

Por lo tanto, cualquier argumento que no se sujete a este principio, no tendría valor a la hora de decidir si los dones del Espíritu están o no vigentes.

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¿Qué es lo que vemos en la iglesia del Nuevo Testamento?

 

Es evidente para todas las partes que los dones del Espíritu estaban presentes en la iglesia del Nuevo testamento, las dos corrientes de opinión que hemos mencionado están de acuerdo en este punto.

 

El nuevo testamento nos deja numerosos registros al respecto, a continuación, tenemos una lista de iglesias y o lugares donde los dones del Espíritu abundaban:

 

1. Establecimiento de la iglesia (Hechos 2:1-5)

2. Antioquía (Hechos 13.1)

3. Tiro (Hechos 21.4)

4. Galacia (Gálatas 3.5)

5. Corinto (1 Corintios 1.7  , 12:27-28, 14 etc..)

6. Éfeso (Efesios 4.11— 11)

7. Tesalónica (1 Tesalonicenses 5.19–22)

8. Roma (Romanos 12.3–8)

9. Judíos cristianos en la dispersión (Santiago 5.13–16)

 

Es, por lo tanto, un hecho que los dones del Espíritu estaban presentes en los inicios de la iglesia, ahora, la pregunta que deberíamos hacernos para determinar si los dones están o no activos sería la siguiente:

 

¿Existe una prohibición o un mandato que diga que los dones deben cesar y acabarse después de la era apostólica?

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¿Cuánto tiempo durará el uso de los dones, la procuración y la norma de los dones espirituales?

 

En realidad, la palabra de Dios sí que nos explica cuando, donde y por cuánto tiempo los dones espirituales estarán en activo. En Hechos 2, donde para muchos es el inicio de la iglesia en pentecostés, Pedro dice lo siguiente:

 

Hechos 2.14–21 — 14 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.15 Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día.16 Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: 17 Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; 18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. 19 Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo; 20 El sol se convertirá en tinieblas, Y la luna en sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto; 21 Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

 

Pedro está mencionando la profecía de Joel 2:28-32. Es mas, Pedro añade “y en los postreros días” que en Joel dice “y después”, es importante observar, cuando Pedro declara la profecía, que dice “derramaré mi Espíritu sobre toda carne”, no dice solamente el primer siglo, a los apóstoles (era apostólica) sino a toda carne.

 

Vemos como más adelante, en este mismo discurso, añade que el don del Espíritu Santo, con todo lo que esto incumbe (profecías, visiones, dones etc…) es una promesa para todos aquellos que estaban ahí, sus hijos y “para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare”, se trata de una promesa universal

 

Hechos 2.37–39:— 37 Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? 38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. 39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.

 

Ahora la pregunta es, ¿cuál es el periodo de tiempo de “los postreros días”?.

 

Algunos cesacionistas defienden que los postreros días se refiere hasta el fin de la era apostólica, otros defienden que se trata del momento donde se cierra el canon de la escritura, sin embargo, esto no son más que elucubraciones, puesto que la palabra de Dios nos dice claramente cuáles son los postreros días.

 

El texto bíblico, sin lugar a duda, nos explica que los postreros días son, desde la muerte y resurrección de Jesús, hasta que Él venga (segunda venida); de hecho, en la misma profecía que menciona Pedro de Joel, vemos tanto el comienzo de estas manifestaciones, como el final:

 

Hechos 2:19-21: 19 Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo; 20 El sol se convertirá en tinieblas, Y la luna en sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto; 21 Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

 

Claramente referencias proféticas del fin del mundo, de la venida del Señor:

 

Marcos 13.24–27  - 24 Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, 25 y las estrellas caerán del cielo, y las potencias que están en los cielos serán conmovidas. 26 Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria. 27 Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.

 

Apocalipsis 6.12  — 12 Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre;

 

De hecho, hemos visto antes como Pablo le dice a la iglesia de Corinto que no les falta ningún don, esperando ¿el qué?:

 

1 Corintios 1.7  — 7 de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo;

 

Por lo tanto, para Pablo los dones del Espíritu no sólo eran algo que debería ser una norma, que deberíamos de anhelar y que jamás deberíamos de prohibir, sino que para él deberíamos experimentarlos hasta la manifestación de Jesucristo (la segunda venida). Pablo no sabía cuándo iba a venir Jesús, pero el hecho de estar en los últimos días indicaba que estas experiencias eran la norma hasta la segunda venida del Señor.

 

La frase en los postreros días también la menciona el autor de Hebreos para hablar del tiempo a partir de donde estuvo Jesús en la tierra:

 

Hebreos 1.2 — 2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;

 

Entonces ¿se acabarán en algún momento?

 

Sí, la Biblia nos explica cuando, donde y por que los dones espirituales cesarán. Esto pasará cuando seamos adoptados, cuando recibamos el cuerpo glorificado y estemos en la presencia de Dios, entonces los dones, las profecías y revelaciones acabarán. Pero de la misma manera que se acabarán otras acciones y mandatos de que la biblia nos habla ahora, que estamos en los postreros días: la iglesia, los cultos, las predicaciones, las intercesiones, las evangelizaciones.

 

¿Cómo sabemos esto? Porque Pablo nos lo dice en 1 Corintios 13:8-13:

 

1 Corintios 13.8–13 — 8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. 9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; 10 mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. 11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. 12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. 13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

 

¿Qué es lo perfecto?

 

1. Cuando le veamos cara a cara (V12). ¿Le vemos cara a cara ahora? No. Aunque es cierto que tenemos relación con Dios, no le vemos cara a cara como por ejemplo hacía Moisés. Es por esto mismo que Pablo, que tenía los dones espirituales más que nadie, dijo esto: “Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara”. Por lo tanto, ¿cuándo le veremos cara a cara?, cuando estemos en su presencia. Pablo habla del futuro, de la adopción, de cuando estemos en su presencia.

2. Cuando conozcamos perfectamente a Dios (V12) de la manera que Él nos conoció. ¿Conocemos a Dios como Él nos conoce a nosotros?, no, se interpreta de igual manera que en el punto anterior, donde Pablo habla claramente de un momento en el futuro.

 

¿Cuándo ocurrirá esto?

 

Cuando venga Jesús, cuando seamos glorificados, en ese momento podremos hablar con Él como lo hacía Moisés

 

¿Qué dijo Jesús al respecto?

 

Sus palabras no podían ser más claras:

 

Juan 14.12 — 12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.

 

El contexto nos habla de milagros, es un mandamiento muy claro “el que en mi cree”. No está hablando de un grupo específico, ni de un tiempo específico, si esto fuera así, entonces tendríamos que anular los dichos de Jesús tales como:

 

Juan 7.37–38 — 37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.

 

Juan 11.25  — 25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

 

Juan 6.34–35 — 34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. 35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

 

Juan 12.44–48 — 44 Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió;45 y el que me ve, ve al que me envió.46 Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.47 Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.48 El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.

 

 

Jesús dijo algo parecido a lo que hemos visto en Juan 14:12, en Marcos 16:17-20:

 

Marcos 16.17–20— 17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; 18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. 19 Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. 20 Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.

 

NOTA SOBRE MARCOS 16: Aunque en varios de los manuscritos mas antiguos, como el código sinaítico, el vaticanus y otros, no contienen la parte de Marcos 16 del 9-20, en otros muchos manuscritos griegos sí están registrados estos versículos. También defensores de la palabra de Dios como Ireneo, que incluye Marcos 16:19 en su obra Contra las Herejías.

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Primeras impresiones, conclusiones

 

Vemos que claramente los dones del Espíritu Santo estaban activos en la iglesia del nuevo testamento, no solo no había ninguna prohibición, sino que por el contrario, Pablo animaba a los hermanos a que no apagasen el Espíritu, no menospreciaran las profecías, y que procurasen los dones espirituales.

 

1 Corintios 14.1–40  — 1 Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profetices. 2 Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.3 Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.

 

12 Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.

 

18 Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros; 19 pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.

 

1 Tesalonicenses 5.19–22 — 19 No apaguéis al Espíritu.20 No menospreciéis las profecías.21 Examinadlo todo; retened lo bueno.22 Absteneos de toda especie de mal.

 

• La promesa del Espíritu Santo iba unida con el poder para predicar o con sus manifestaciones sobrenaturales, o incluso las dos juntas. Hechos 1:8, 4:7, 4:33, 6:8, 8:10-13, 10:38, 19:11 etc:

 

Hechos 8.13 — 13 También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito.

 

Hechos 19.11 (RVR60) — 11 Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo,

 

• Vimos como Jesús declara que todos los que creen en El, harán cosas mayores.

 

• Pablo claramente establece como el cuerpo de Cristo tiene miembros, y estos miembros emplean funciones con carácter de las manifestaciones del Espíritu (1 Corintios 12.27–31, Romanos 12.3–8 , 1 Corintios 12.4–6)

 

Con esto en mente, tenemos que hacernos la siguiente pregunta:

 

¿En qué lugar de la biblia se prohíbe a la iglesia del siglo 2 en adelante todo lo que la iglesia primitiva no solamente practicaba, y que los apóstoles instaban, sino que era algo expuesto como normativo?

 

Esta es la pregunta importante, porque vemos claramente que los dones (1) estaban activos y (2) los apóstoles instaban a los miembros del cuerpo de Cristo a procurarlos.

 

Conclusión

 

El claro consejo de la biblia nos demuestra que los dones están activos, se nos insta a practicarlos, se nos dan claras órdenes de no prohibirlos y se nos dice que cuando venga el Señor, entonces no tendremos necesidad de ellos. También hemos visto que no se trata de algo exclusivo de los apóstoles, sino de todo el cuerpo de Cristo.

 

Esto no significa que no haya habido y que continúe habiendo abusos por parte de gente que malintencionadamente o con una doctrina no bíblica, abuse los dones espirituales.  Que estos abusos existan, no significa, en ninguna manera, que los dones no estén activos, de la misma manera que en el AT había falsos profetas y falsos hacedores de milagros y esto no anulaba la profecía autentica de Dios ni los milagros de Dios.

 

Por lo tanto, con la autoridad de la palabra de Dios, tenemos que declarar, sin lugar a dudas que los dones del Espíritu están vigentes para todos aquellos que creen en Dios y cómo todo es por la gracia de Dios que Él reparte a quien quiere y como quiere.