Cuando entregamos nuestra vida a Jesucristo sucede un cambio radical en nuestras vidas. El Espíritu Santo nos regenera y nuestras viejas acciones y manera de pensar van paulatina o repentinamente cambiando (dependiendo del trabajo de Dios en nuestras vidas, es decir, de lo que nosotros le dejemos obrar). 

 

De repente,  sentimos un ferviente deseo de predicar el evangelio a cuantos podamos, pasar tiempo en la habitación a solas con Dios, leer más la Biblia y mantener una vida en obediencia. Este suceso tan extraordinario se debe a la obra del Espíritu Santo y del fuego que Dios pone en nuestras vidas.

 

Si te encuentras en ese fuego de Dios, que ha cambiado totalmente tu manera de ser,  cuando expreses ese avivamiento de Dios en tu vida y esas ganas de querer cambiar el mundo con el evangelio, es muy probable que los demás hermanos Cristianos que te rodeen te digan esto:

 

“…ahora te encuentras con el fuego de Dios, es algo normal que pienses así, pero relájate porque todos hemos pasado por eso y al final se apaga… es normal…”

 

“…cuando me convertí estaba con el fuego de Dios y hacia cosas que solo se pueden hacer en ese momento…. Ahora todo es diferente porque mi relación con Dios ha aumentado…”

 

“…no se puede predicar a todo el mundo ni hablar de Dios por todas partes… estas con el fuego y eso es normal pero ya veras dentro de un tiempo como estarás como nosotros…”

 

“…Yo también cuando me convertí me aparte de esos lugares, amistades y hábitos, pero ahora puedo practicar lo que hacia antes y no afecta a mi vida espiritual, lo que tú estas pasando no es nada mas que el primer amor, relájate porque luego se pasará…”

 

Probablemente te sientas identificado con ese tipo de frases que los demás hermanos te han podido decir, o que has podido escuchar decir a los demás. También es posible que esos comentarios te hayan hecho sentir despreciado y solo en esos momentos. Pero que tienen esos comentarios de verdad? acaso la Biblia habla de un fuego de Dios que se desvanece con el tiempo? encontramos una identificación con esos comentario en  los siervos de Dios en la Biblia? acaso La Biblia nos enseña que la vuelta a nuestra antigua manera de vivir (viejo hombre) es el plan de Dios en nuestra vida, o algo que demuestre madurez espiritual? 

 

Entra en el propósito de Dios  que el fuego se apague en nuestras vidas?

 

La Biblia nos muestra que el fuego que Dios puso en nuestra vida tiene que ser avivado cada día. Como cristianos no podemos aceptar que el fuego se apague y que nuestra pasión por Dios, sus mandamientos, la predicación del evangelio de la salvación  y su palabra desaparezca de nuestras vidas.

 

Cuando Pablo escribe a Timoteo en la segunda epístola, le dice que se acuerde de avivar el fuego del don de Dios que hay en su vida: “…2 Timoteo 1:6 Por lo cual te recuerdo que avives el fuego del don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos…”. Esto nos muestra la importancia del fuego de Dios y como no es algo que desaparezca con el tiempo, ni que deba desaparecer como manifestación de madurez espiritual.

 

Por qué el fuego se apaga entonces?

 

Si leemos detenidamente el capitulo 1 de la segunda epístola de Pablo a Timoteo, vemos claramente como unas de las razones por la cual el Fuego de Dios se puede apagar es por la falta de fe, por la cobardía, por no predicar el evangelio, por no llevar una vida en santidad y por obedecer a nuestra carne y deseos pecaminosos:

 

2 Timoteo 1:5-9

5 trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.

6 Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.

7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

8 Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios,

9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,

 

En esta porción de la Biblia Pablo nos da un ejemplo claro de que el fuego de Dios hay que mantenerlo vivo en nuestras vidas. De como una vida en santidad, arrepentimiento, obediencia a Dios y de predicación del evangelio nos hace mantener viva la llama del fuego de Dios.  

 

Qué ocurre si se apaga ese fuego?

 

Que el fuego de Dios desaparezca de nuestras vidas puede significar dos cosas:

 

• Nuestra fe esta siendo probada (el fuego desaparece temporalmente, tanto como la prueba dure).

 

• Estamos en desobediencia (el fuego desaparece totalmente por nuestra desobediencia).

 

Como diferenciaremos si la falta del fuego de Dios en nuestra vida se trata de una prueba de nuestra fe o  que estamos en desobediencia? Muy fácil, si nosotros seguimos en obediencia a Dios, mantenemos nuestra vida en santidad y no en práctica de pecado, testificamos las buenas nuevas del evangelio y permanecemos en la fe, entonces nuestra fe estará siendo probada. Esto es algo completamente Bíblico y por la que todos los siervos de Dios han pasado y van a pasar:

 

1 Pedro 4:12-13

 12 Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese,

    13 sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.

 

Romanos 5:1-5

 1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;

    2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.

    3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;

    4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;

    5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

 

1 Pedro 1:6-7

 

Si por el contrario, las tentaciones nos vencen, nos hacen caer en pecado y volver a nuestra vieja manera de vivir, y a hacer las mismas cosas pecaminosas que hacíamos cuando no éramos creyentes (Efesios 4:22), entonces estaremos siendo testigos de una falta del fuego de Dios provocada por nuestra practica de pecado. 

 

En el primer caso, debemos seguir aferrados a nuestra fe y a la búsqueda de Dios y Él no nos dejará ni nos abandonará. En el segundo de los casos, debemos  evaluar nuestra vida y saber si el fuego que Dios puso en nuestra vida cuando nos convertimos, ha desaparecido por nuestra practica de pecado. Si es así, debemos arrepentirnos y volvernos de esos malos caminos. El Señor siempre estará ahí para acogernos pues él nunca desecha a un corazón arrepentido!

 

1 Juan 1:7-9

7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.

9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

 

Salmos 51:17

 17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; 

    Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

 

 

Ejemplos de los siervos de Dios

 

En la Biblia no encontramos ningún ejemplo que nos diga que el fuego de Dios se apaga como algo normal. Tampoco encontramos ningún ejemplo que muestre que nuestra relación con Dios pasa por sobresaltos, en los que la práctica de pecado y la vuelta a las pasiones carnales, sean algo que agrade a Dios  y  por consecuencia, muestra de madurez espiritual. La Biblia, sus autores y los ejemplos que nos han dejado, tanto los siervos de Dios como el mismo Jesucristo, nos muestran todo lo contrario:

 

Apocalipsis 2:4-5

4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.

    5 Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.

 

Mateo 7:21

“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.”

 

Importante

 

Es muy importante saber, que volver a hacer las mismas cosas pecaminosas de las que el Señor nos liberó cuando nos convertimos, junto con la practica de aquellas cosas que la Biblia trata de pecaminosas, no significa haber alcanzado un nivel espiritual mayor que es inmune al pecado. Esto nos muestra que estamos volviendo a nuestra vieja y pecaminosa manera de vivir. Estamos retrocediendo y  no avanzando, apartándonos del camino estrecho que el Señor diseñó para que nosotros anduviésemos en el:

 

Efesios 4:22

22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,

 

Romanos 6:6

6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.

 

Romanos 7:5

5 Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte.

 

Gálatas 5:24

24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

 

Conclusión

 

Ahora sabemos que el fuego de Dios en nuestra vida es algo precioso que debemos mantener cada día en obediencia, ruego y suplica. Estar con el fuego de Dios no es nada de lo que debamos  avergonzarnos. Debemos de proclamar el evangelio de Dios a toda criatura y debemos de ser ejemplos a los demás. El fuego de Dios debe de estar presente en nuestras vidas tanto el día que aceptamos a Jesucristo, como el último día de nuestra existencia aquí en la tierra! Vamos, sigue adelante en el camino del Señor!

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