7. Vida de perdón
El perdón en los cristianos es un arma vital que demostrará que tenemos al Espíritu Santo. Una vida de perdón dará testimonio de a quien servimos. Quizás muchas veces nos pueda parecer difícil perdonar las ofensas que alguien ha cometido contra nosotros, pero es importante apuntar que como cristianos, debemos llevar una vida de perdón. Esto incluye tanto a los que nos han ofendido como a los que nosotros hemos ofendido (creyentes como no creyentes). No es una opción, es un mandamiento; si no perdono, no seré perdonado.
Efesios 4:32
Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo
De la misma manera que Dios perdonó todas nuestras ofensas, así nosotros debemos actuar, reflejando que somos hacedores y no tan solamente oidores de su palabra. Se distinguen dos clases de perdón: el que nosotros pedimos por ofensas cometidas contra otras personas, y el perdón que concedemos a los que nos ofenden.
Perdón sobre nuestras ofensas
Este es el perdón que nosotros pedimos por nuestras malas acciones u ofensas en contra de otras personas. No hay distinción entre hermanos de la Iglesia e inconversos, nosotros como cristianos debemos perdonar a todos los que nos ofenden:
El perdón a los hermanos (Iglesia):
Marcos 11:25-26
25 Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.
26 Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.
Colosenses 3:13
13 Soportaos unos a otros y perdonaos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
Nota: Leer 2 Corintios 2:5-11 donde habla sobre la consolación y amor para los que nos ofenden.
Perdón universal (a todos los que nos ofenden):
Mateo 6:14-15
14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
Perdón a los que nos ofenden
Este se trata del perdón que concedemos a la gente que nos hace mal. Tanto si lo hacen conscientemente como si lo hacen inconscientemente. Si nos paramos a pensar, en muchas ocasiones somos dañados por comentarios, palabras u otras acciones de personas y estas ni siquiera se dan cuenta que nos hicieron daño. Nosotros en vez de actuar con rencor, utilizaremos el arma de Dios del perdón y les perdonaremos.
En muchas otras ocasiones recibimos ofensas de personas que saben que nos pueden hacer daño, de igual manera nuestra actitud de perdón no debe cesar, debemos actuar con el arma de Dios del perdón y les perdonaremos. En muchas ocasiones ellos no saben lo que hacen (Lucas 23:34 Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.). Muchos de nosotros ofendemos diariamente al Señor y nuestro corazón arrepentido nos trae su perdón, por eso él dice que debemos perdonar a los demás como él nos perdona a nosotros.
También nos preguntamos cuantas veces deberemos perdonar a los que nos ofenden. Jesucristo ya nos instruyó que debemos perdonar siempre:
Mateo 18:21-22
21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo:
—Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
22 Jesús le dijo:
—No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
Lucas 17:3-4
3 Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale.
4 Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale.
Conclusión
Debemos pedirle al Señor que nos ayude y que nos provea de su perdón sobre nuestras vidas. El perdón sanara nuestro interior y exterior (Santiago 5:16) y permitirá que satanás no gane ventaja sobre nuestras vidas (2 de Corintios 2:10-11)
Nuestro perdón tiene que ser independiente a si la persona que nos ofende nos lo pide o no, nosotros lo debemos conceder como mandato de Dios y debemos actuar con ellos como si nada hubiese pasado. Una vida en práctica de perdón nos ayudará a curar nuestras heridas interiores, y a reflejar esa actitud que demuestra que somos verdaderos hijos de Dios.
ERES UN
NUEVO CRISTIANO?
Si usted tiene alguna duda en lo que ha leído o si usted tiene alguna pregunta sobre algo que no le quedó claro, por favor contáctenos, le responderemos todas sus preguntas y le daremos toda la información que usted necesite.